El primer ministro y expresidente
ruso, Dmitri Medvédev, manifestó hoy que las tres jóvenes del grupo punk
Pussy Riot, condenadas a dos años de prisión por cantar en una catedral
moscovita, no deberían continuar en la cárcel.
"Prolongar su reclusión en las
condiciones de una prisión en este caso me parece improductivo", dijo el
jefe del Gobierno al reunirse con las bases de su partido, Rusia Unida,
en la ciudad de Penza.
Medvédev precisó que no es su
intención "ponerse en el lugar del juez", pero consideró que "el castigo
que ya han sufrido, su reclusión en prisión durante un periodo bastante
largo es suficiente para que piensen sobre lo que ha pasado por sus
tonterías u otras razones", según las agencias locales.
"Lo que ha sucedido, la reclusión
bastante larga en la cárcel de un conocido grupo de chicas, ya es por sí
mismo una castigo muy serio por todo lo que han hecho, sin tener en
cuenta la sentencia. La propia permanencia en prisión (provisional) ya
es un castigo, pero que muy importante", indicó el primer ministro.
El predecesor de Vladímir Putin en la
Jefatura de Estado ruso subrayó que la condena no es firme toda vez que
ha sido recurrido por la defensa de las jóvenes.
Medvédev no dudó en señalar que le
"da asco hablar" de la actuación de las Pussy Riot en la catedral de
Cristo Salvador de Moscú contra el entonces candidato y ahora presidente
ruso, Vladímir Putin, acción que llevó a la cárcel a tres de las cinco
chicas que la protagonizaron durante la campaña electoral rusa.
"Me dan ganas de vomitar lo que han
hecho, su aspecto físico y toda la histeria que acompaña lo sucedido. Es
lo que siento personalmente", dijo tras pedir disculpas por usar
"términos poco parlamentarios" para expresar "el aspecto emocional de
este asunto".
El propio presidente ruso declinó
hace unos días, en una entrevista al canal de televisión en inglés
Russia Today, comentar la sentencia condenatoria contra las Pussy Riot,
aunque sí destacó el aspecto moral del caso y manifestó que "el castigo
debe ser adecuado al delito".
"No voy comentar si la condena está
fundamentada y si es adecuada a lo que (las Pussy Riot) hicieron. Creo
que estas muchachas tienen abogados, que son los que deben representar
sus intereses en los tribunales", dijo.
A la pregunta de si las tres mujeres
podrían obtener libertad anticipada, el presidente ruso respondió:
"Entienda, trato de no tener nada que ver con este caso. Sé qué ocurre,
pero no me meto".
Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina
Samutsévich y María Aliójina fueron sentenciadas por "gamberrismo
motivado por odio religioso" tras ser detenidas por la policía y
juzgadas por su actuación en el principal templo de la Iglesia Ortodoxa
rusa.
Las Pussy Riot se dieron a conocer el
21 de febrero, cuando cinco de sus integrantes irrumpieron encapuchadas
en una zona restringida del altar de la catedral de Cristo Salvador.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía
la canción cuyo vídeo fue difundido en internet y en la que se acusaba
al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el
presidente de Rusia y no en Dios.
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