La doble moral, y el tufo de lo "políticamente correcto", permea nuestras sociedades. Es como una forma "improvisada", barata, e irreflexiva, de contrarrestar las verdaderas -y perennes- injusticias en el mundo de todos los días. En cuestión de segundos todos condenamos y señalamos; y nos transformamos en turba iracunda dispuesta a quemar al "pecador", a los "malos" -después de todo se supone que "mob rules"-. Al lado, amparados, detrás de la caprichosa “fuerza de la ley” de los gobiernos.

Es un poco lamentable lo que le pasa al director Roman Polawsky -y funciona como una perfecta metáfora de nuestra sociedad-: el director de "el Bebe de Rosemary", y de “El Pianista”, fue detenido en Suiza, acusado de violación, 32 años después del delito. No importando que la víctima misma (que en 1977 tenía 13 años) ha solicitado que se “archive” el caso.

Perseguido como el peor de los criminales,Polansky estuvo exiliado en Francía todo este tiempo para impedir su detención.
Casualmente, dicha detención ha coincidido con la muerte de Susan Atkins, asesina confesa de Sharon Tate, hace ahora 40 años.

Todo por ir a recoger un premio (maldito ego).

la palabra "depravación" tiene muchos significados.