Y bueno; después de las acciones violentas recientes para abatir al capo Arturo Beltrán Leyva, llaman la atención ciertos aspectos:
-El gobierno calderonista se ensalsa y auto-alaba sín empacho alguno; y declara -con ambiguedad- que han cortado a una de las cabezas principales del narco, pero que se espera una nueva oleada de violencía como consecuencia de esto.
Con aire de suficiencia, y como si estuvieran hablando de simples números -y no de gente y del tejido social-, informan lo ocurrido, enarbolando una y otra vez su postura propagandistica.
Este trato de los hechos no deja de tener un sesgo autoritario, que intenta minimizar la ignominia de dichos actos. Y esto si es francamente preocupante; por que por un lado dicen resguardar la seguridad pública, y por otro lado -casi irresponsablemente- siguen azuzando a narcos, polícias, marinos, soldados, y a la ciudadanía por igual. Sín aparente preocupación, como si no midieran consecuencias con tal de demostrar su "eficacía contra el narco".
-Parte de esta campaña, sugiere tácitamente, que los "golpes" continuaran indefinidamente y a destajo; y no se si se supone que estas noticias pretendan tranquilizarnos, o amenazarnos veladamente.
-Detrás estos hechos se encuentra la DEA, y equípos de inteligencía norteamericanos, actuando sín tapujos y sín límites aparentes. Y han "prometido" que importaran "jovenes" autorizados, que vigilaran constantemente todo tipo de actividades en México.
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