Me cuesta trabajo asimilar que ya han pasado 10 años de este accidentado concierto.
Los boletos costaban 100 pesos, y pues de esa forma te alcanzaba para comprar la "playera del evento", algunas chelas, y hasta una jalada como un parche, un botón o ¿por que no?: un CD pirata(¿o toadavía eran cassettes?).
El lugar, ni más ni menos que la catedral del Metal en México: la Arena Tlalne.
Ese día tenía mucha expectación por ver a los Morbid, pues me había gustado mucho el disco F.F.F. Y, pues siempre era un lujo escuchar a estos locos. Sin embargo al llegar al cochambroso y legendario lugar, ya había algunos metal-heads haciendo drama, puesto que se temía que se cancelara el asunto;lo cuál era doblemente frustrante, pues, para quién vivé en el DF, ir y regresar hasta Tlalne era un via crucis. Finalmente el evento continuó.
La situación era que, en ese momento el vocalista que tenían los M.A.(Erick Rutan) se había largado de la banda, y no se sabía como resolverían esto(cosas del underground). Dentro del recinto, los abridores mexicanos tocaban como si nada (como siempre, todos temíamos que así se la llevaran, y hasta el último minuto nos avisarían que, pues nada de Morbid Angel por hoy, como era la costumbre de los organizadores), los Zephyr ya estabán bastante ”amachinados”, atravesaban por una buena época, pues le abrían a cuanta banda internacional se asomara; tocaron también los infravalorados Esoteric, practicantes de un Death Metal efectivo y simple (también recuerdo que eran bien "banda").
En fin, que después de que cada una de estas bandas ejecutara un set inusualmente largo para los abridores (para hacer tiempo), por fin subieron al escenario Pete Sandoval, Trey Azaghtoth, y el otro guitarrista cuyo nombre se me escapa ahora; asi que, sin que mediara explicación alguna, que comienzan a tocar en plan instrumental unas dos piezas, el público se quedo impávido, ante esta reacción, Trey decidió vocalizar algunas canciones; la cosa ya tenía más “forma” , pero en las vocales el torcido genio de la guitarra dejaba mucho que desear. Definitivamente no se le estaba haciendo justicia al demoledor sonido de la banda. Lo que siguió entonces fue totalmente surrealista: el buen Antimo (de Disgorge) le entró al quite en un par de canciones, y la verdad es que se escuchó cabrón y fue algo divertido, pero esto ya parecía un vulgar palomazo. Se notaba la frustración en el rostro de Trey y de Pete, y ya con ganas de irse tocaron unas cuantas rolas más de manera instrumental (el sonido, por lo menos era bueno). Una pena, pero ahora que lo recuerdo lo hago con cierta simpatía.
Además siempre que voy al baño en los "headquarters" de Orgone veo el cartel(que ya se esta callendo por enésima vez) y me trae "memories" -como decía Elvis-.
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