Soñé con mi hermano Ari –QEPD-.
Todo sucedía en una ciudad que daba todos los visos de ser un puerto. Las calles eran algo inclinadas, como en algunas partes de Acapulco -o como San Francisco-. Estas calles estaban atestadas de gente, parecía ser medio día, había comercios por todos lados -cafeterías, locales de video-juegos -como en los 80´s-90´s- etc.
Yo iba con unos amigos, y entonces, entre la gente, al otro lado de una avenida vi a mi hermano. Con su inconfundible caminar. Iba solo, y no se percató de mi presencia- o parecía querer que lo siguiera-. Abandoné a mi grupo, y crucé la avenida a toda velocidad. Veía con desesperación como Ari se perdía entre la gente. Le grité, y por fín se detuvo a lo lejos y me esperó. Mi felicidad era total; no podía creer que Ari estuviera frente a mi, no sabía ni que decirle. Me miró muy serio a pesar de que yo sonreía-. En ese momento el sueño se desvaneció, Todo era ¨negro¨, otra vez- Pero yo me aferré a la imagen de mi hermano, quise abrazarlo. Seguir en ese sueño.
Tal vez mi hermano viene en camino a casa este 2 de Noviembre. Por lo pronto ya deje chocolates –Snickers- en el altar, dulces, cigarros y un regalo muy especial detrás de su retrato, donde se le ve muy sonriente sosteniendo orgulloso y jovial su certificado de preparatoría - que por razones de autoritarismo estúpido de su prepa anterior, muchos dijeron que no obtendría-; en la foto, supongo, ríe de sus detractores, que al parecer cononocian muy poco el tesón y la determinación de mi hermano.
Me duele mucho su perdida; pero no hay duda de que hay ciertas cualidades positivas en pensar que nuestros muertos nos visitan. Ari apreciaba mucho estas fechas; y siempre buscaba poner cigarros en el altar-que luego el fumaba-, también gustaba de esas calaveras de chocolate- . Y siempre buscaba algún disfraz para el Halloween. Tan solo en Octubre del año pasado se disfrazó de militar, con una gran gabardina verde -de alto rango militar- que le daba un aire de elegancía.
Esa noche de Halloween la pasamos muy bién, celebrando precisamente la vida, junto a nuestro primo Alfredo, su novia Mari Jose, y sus amigos. En una cabaña por el desierto de los leones -bromeamos acerca de que nos encontrabamos en la mismisima cabaña de la pelí Evil Dead (favorita de mi carnal y mía)en medio de un bosque- Era una noche muy fría, con una vista de la ciudad increible, una luna muy clara, y muchas bromas y ocurrencias por parte de todos, aunque es de suponerse que ahora recuerde muy especialmente las bromas y anecdotas de mi hermano, Momentos muy especiales.
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