La onda expansiva de los cables-el"cablegate"- expuestos por Wikileaks, sigue poniendo nerviosos a los politiquillos mexicanos. Esto después de que el sitio brindara información diplomática donde el gobierno mexicano se mostraba -frente a los gringos- angustiado por los resultados de la campaña denominada"guerra anti-narco" -que el gobierno calderonista desató-, y donde confesaba ya no tener mucha influencia en ciertas regiones de la república, solicitando desesperadamente apoyo, armamento, y capacitación. Los cables-de la investigación gringa- también exponen que los números muestran la alarmante deficiencia de dicha campaña; puesto que solo se se siguen judicialmente al 2% de los inculpados; y muestra como un verdadero atolladero a la justicia mexicana.
Y como ya es su costumbre, ahora los orondos "representantes" rechazan toda esta situación, nerviosos y con las manos todas sudadas como monaguillo mentiroso que se ha estado chingando las limosnas, repiten sus ejercicios de palabrería, y al son de "yo te lo juro que yo no fui" hasta se ponen dignos; lo que si, es que si se les nota angustiados por esta exposición-quien sabe que otras cochinadas temen que se den a conocer-. Parece que los agarraron con los pantalones abajo. En este sentido -el de ver sus reacciones antes los hechos ya inocultables-, como dice Fidel Castro, habrá que hacerle una estatua a Wikileaks. Y que muchos terminen de darse cuenta que su intransigente postura si tiene costos hasta para ellos.
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