martes, 16 de julio de 2013

Adicto al porno demanda a Apple.

Chris Sevier, vive en Nashville, Tennessee, y ha demandado a la compañía Apple por vender computadoras con libre acceso a contenido porno, algo que propició se convirtiera en "adicto a la pornografía".
Según Sevier, "la pornografía ha arruinado su matrimonio y envenenado su vida". 
Cuenta que fue un día mientras intentaba entrar a Facebook por medio del navegador Safari, que en lugar de dirigirlo a la red social, lo llevó al sitio porno "Fuckbook" y desde entonces no pudo dejar de visitarlo habitualmente.
Una vez que Sevier conoció esa y otras páginas con contenido sexual, le fue imposible dejar de visitarlos compulsivamente. 
Ahora el hombre demanda a Apple, argumentando que si la compañía está interesada en el bienestar de los niños y en conservar los valores familiares, debería vender sus equipos con un software integrado que no permita el acceso a sitios porno. 
Por el momento Apple no ha respondido a la demanda.

Little Miss Sunshine - Chicago

miércoles, 3 de julio de 2013

¿A quién le conviene esta atmósfera?

A algunos les conviene esta atmósfera de "todos contra todos"; divide y venceras; el contról a través del miedo. Vendiendonos la idea de que el crímen esta más organizado que el resto de la sociedad. No nos acostumbremos a este trato, donde nadie se hace responsable-autoridades y criminales, que tristemente trabajan en contubernio; ya lo hemos visto, no nos hagamos tontos solos-.

martes, 2 de julio de 2013

Consejos de un moribundo.

Denis Wright, un australiano que está enfermo de cáncer y que vive cada día con la amenaza de que sea el último, decidió compartir con todo el mundo sus experiencias para no temer a la muerte y para aprovechar la vida.
Wright acaba de celebrar su cumpleaños 66. Sin embargo, según los pronósticos de los médicos, no estaba previsto que sobreviviera tanto tiempo. Desde 2009, cuando le fue diagnosticado con glioblastoma, una forma agresiva de tumor cerebral, el paciente ha ido superando varias fechas límite.
Wright, sabiendo que la muerte anda cerca, se ha dedicado a meditar profundamente sobre los años pasados y decidió expresar sus pensamientos y conclusiones en una lista de "consejos de un moribundo", con la intención de describir cómo aprovechar lo máximo de la vida y no tenerle miedo a la muerte.
Desde que supo de su enfermedad, el australiano regularmente escribe entradas en su blog, llamado "Mi huésped no invitado", donde describe sus experiencias de la vida, como los problemas de salud, las relaciones con sus familiares y amigos y sus pensamientos sobre diversos temas.
Aquí están sus diez consejos:
1. No pierda su vida en un trabajo que odia. La vida es demasiado corta como para vivir sólo por la noche y los fines de semana.
2. Si en su vida pasa algo malo, que usted no puede evitar, trate de adaptarse. Darse cabezazos contra la pared es inútil.
3. Si usted piensa que puede cambiar algo, trate de hacerlo, haga todo lo posible para lograrlo. Trate de entender la esencia del problema y entonces se dará cuenta de que se puede resolver.
4. No existen "buenas" y "malas" decisiones. Si ha hecho algo que cree que está mal, aprenda una lección de esto, la próxima vez lo corregirá. Usted no puede saber las vueltas que finalmente van a dar las cosas, por lo que sentarse a llorar es una pérdida del tiempo.
5. No se arrepientan del pasado, ya no podrá cambiarlo. Viva del presente. Pero no el de un solo momento, es demasiado corto. "Ahora" es un corto plazo de tiempo que incluye un poco del pasado, un poco del futuro y el presente mismo.
6. Pida perdón a las personas a quien usted siente que podría haber hecho daño. Usted no es perfecto, ni siquiera intente aparentarlo, sólo admita la responsabilidad del sufrimiento que ha causado a otra persona.
7. Esté abierto a diferentes ideas. No descarte otras posibilidades.
8. Trate de no perder nunca el sentido del humor, aunque no siempre sea posible.
9. Carpe Diem. En otras palabras, ¡aproveche el momento!
10. No tenga miedo a la muerte. Si usted no tiene miedo a la muerte, no tendrá miedo a nada que le depare la vida.