martes, 30 de junio de 2009

Un saludo -no una despedida.





Con la desaparición física del legítimo Rey del Pop no nos queda más que recordar su legado. La influencia que marcó en la música moderna es indiscutible. Se va otro Rey; como se fue Elvis, como se fue Brown…

Una Reina –"reinita!"- de la televisión también abandonó el plano físico. Esa diosa rubia: Farrah, la que con un traje de baño rojo dejaba ver su esbelta figura, mientras nos disparaba una sonrisa cautivadora -de mujer plena y gozosa- desde ese poster tán emblematico –recordemos que el mismisimo Tony Manero (John Travolta de ¨Saturday Night Fever¨) tenía este poster colgado en su habitación, lugar donde contemplaba a la rubia del cabello revuelto, mientras -este- se suministraba grandes dosis de loción ¨Brut¨ antes de partir runmbo al ¨Odissey 200¨ (la disco de moda) a incendiar la pista de baile.

No me gusta ponerme necrofílico (no confundir el termino al utilizado para referirse a la aberración sexual de cogerse muertitos; filia= afiliación –¨la misma palabra te lo dice¨. La filiación con la muerte viene en varias formas); hablar de muerte, de muertos, de gente que ya no esta, es por motivos personales algo no tan ¨chévere¨, y que por definición no tendrían mucha cabida en este su ¨block¨. Me duele mucho pensar en lo que estas personas –que hoy ya no están- pudieron seguir aportando.

Desde aquí un saludo –para nada una despedida- a personas que emanaban tanta luz en vida como lo fueron Michael Jackson y Farrah Fawcett.

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