El presunto terrorista mexicano en España resultó ultraderechista, mocho, y -surprise, surprise- de Puebla-pipope, pues-. "Nuestro" pyscho unabomber y/o Anders Breivik de petatiux es un cliché lamentable de ese México oscuro y retrógrada que nos da pena ver.
Aunque, pinche ola ultraderechista en el mundo, ha engendrado cada monstruito.
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