La eterna lucha.

Es Domingo, la gente lo toma como un día sagrado y por ese decreto (cuando todos se ponen de acuerdo) lo es.

Hay quienes salen desde temprano (algunos aún crúdos) vestidos con colores que no se usan todos los días, solo en momentos especiales como este. Camisetas rayádas, con franjas rojas sobre blanco, como las del Atlético de Madrid (desde el medioevo representa la pureza y la sangre, un clásico de las heráldicas). Hoy en nuestro país representa al equipo más popúlar, con más jale y gente detrás. Ves a niños vestidos de "chiva", señoras, abuelos, neófitos y especialistas de esto llamado FútBol. Es una "postura social", una "actitúd ante la vida". Se instalán en las esquinas, en los centros comerciales, esperando ver a su "enemigo": un americanista que orgulloso pasa con una escadalosa casaca "crema"- yo veo el color más bién amarillo chillón -¿asi o más llamativo?-. En la "vida real" de los convencionalismos sociales y culturales solo un chino en un funeral se pondria eso. Aquí es una postura polémica y orgullosa. La eterna lucha comienza otra vez.

Las águilas eran uno de los símbolos más poderosos para los ancestros que habitaban el territorio que hoy conforma México, asi que por símbolos efectivos no le errarón. Las "chivas" representán poder, vida y misterio (¿cuantos antiguos cultos al mácho cabrío no han existido?). Los bándos están designados.
La águilas vuelan altó (el equipo no tanto). Imposible no sentir inspiración al ver a estas aves volar soberanas. Y los chivos siempre se ven amenazantes ¿no? Sus balidos dan escalofrios.