Una de las "tribus urbanas" más intrigantes que deambulan por ahí,son esos pingüinos vetustos y mal encarados de las "monjitas"- religiosas que, según ellas, están casadas con dios, y que regentean colegios y demás business de la marca "dios nuestro señor"-.
Cuando las veo por la calle -siempre en bandas de dos, o tres elementos-, realmente me transmiten más mala vibra que otros grupos característicos. Si vez a un Punk, sabes que no pasa nada,te venden un caramelo y ya. Tal vez te den un panfleto artesanal -hecho con sus propias manos y usando fotocopias-, y que habla de la protección a los derechos de los animales, y del vegetarianismo, así que francamente son tan inofensivos como la leche-deslactosada-, aunque ellos en su interior crean que son tan kamikazes como Sid Vicious.
Y los metaleros, pues no se dignan en hablarle a nadie, y siempre van como con prisa, no se prisa de que, les urge llegar a su casa a escuchar lo mismo de siempre, supongo;o sencillamente son muy misántropos. Así que tampoco le hacen daño a nadie, a pesar de la pose de motociclista-sin moto- envalentonado.
¿Y los darketos? Pues como siempre, más preocupados en su maquillaje que en otra cosa.
Pero esas monjitas con cara de regañonas si dan miedo, parecen de otro mundo, del medievo-the dark ages-.
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