viernes, 4 de marzo de 2011

Who wants to live forever?





Todo nos lleva a Freddie, tan grande es la figura que supo proyectar, de artista bigger than life.
Farrokh Bulsara,un muchacho del tercer mundo que se aferró a sus sueños de triunfo y se convirtió en una superestrella del Rock, en una figura iconica. Hace poco, en un local de hamburguesas, mientras esperaba mi cena llena de carbohidratos, contemplé una foto de Freddie Mercury que decoraba el lugar. Y mientras escuchaba a Mayhem por los audifonos- si.."Deathcrush"- pensé que Freddie ya era como James Dean y Marilyn Monroe, un ente inmortal.

El 31 de octubre de 1969-si, en pleno Halloween; aunque los ingleses no lo celebran-, un joven inmigrante, alumno de la Ealing Technical College and School of Art de Londres, descrito por sus compañeros de clase como "tímido, reservado y a su vez interesado en encajar en una sociedad a la cual no pertenecía", causaría buena impresión entre los asistentes a un show de la banda Wreckage, una agrupación estudiantil que animó una fiesta organizada por el consejo de la escuela de arte. Si bien la banda "no era nada del otro mundo" y algunos asistentes al show la describen como "pobre y sin gracia", lo que más llamó la atención fue una pirueta de su cantante, Farrokh Bulsara, quien en una impresionante prueba de acrobacia dio una voltereta para terminar en el suelo, bocarriba, entonando un solo que pareció más un grito. "Farrokh quería llamar la atención de un público disperso y aburrido y lo logró. Fue el gran momento de ese show", comentó para la revista Mojo de diciembre de 2010, Aubrey Malden, presidente del consejo de estudiantes en 1969.

Era el nacimiento de una estrella. Bulsara, quien en 1971 cambió su nombre por Freddie Mercury, en un lapso de dos años dejó de ser ese inmigrante cohibido para convertirse en el más dramático, excéntrico y extravagante frontman de todos los tiempos. Y, quizá, la voz más grande e importante de la historia del rock, alma y vida de Queen, grupo que está cumpliendo 40 años. Pero la carrera al estrellato no fue fácil y estuvo llena de dificultades, salvo un asunto aleccionador: Mercury siempre supo y tuvo la firme convicción de que sería una estrella. Su destino quedaría sellado en una carta del año 1969, donde le relataba a un compañero de clase, justo antes del show de Wreckage, que esa noche "dejaría a todo el mundo sin aliento". Como sin aliento dejó a millones de espectadores y fanáticos que vivieron el largo y exitoso ascenso de Queen entre 1971 y 1991, la segunda banda más popular del Reino Unido después de The Beatles.

La estrella de Mercury se gestó entre su inmensa pasión por Jimi Hendrix y su admiración por el manejo que tenía del escenario Robert Plant, cantante de Led Zeppelin. Durante sus años como estudiante de diseño gráfico fue testigo excepcional de la consolidación de grandes momentos del rock. A Cream lo vio en 1966 durante uno de los primeros shows de la banda. Ese mismo año conoció a Pink Floyd, The Who y Fleetwood Mac. Pero el músico que más lo marcó fue Jimi Hendrix, a quien vio por primera vez en el programa de televisión Ready Steady Go!. En 1967, durante 14 noches seguidas, siguió al genial guitarrista en diversas presentaciones en Inglaterra, por lo cual fue expulsado de la facultad de diseño de modas de la Ealing Art College. Mercury comentaría en 1974 a la revista NME que "Hendrix era el ejemplo viviente de lo que quería ser".

Si la corona del rock por aquellos años estaba en manos de Robert Plant, Rod Stewart y Mick Jagger, Mercury llegaría tiempo a reclamar el trono. El proceso se gestó por arte de magia y una serie de ecuaciones del destino que permitió que conociera a Brian May, Roger Taylor y John Deacon, los futuros miembros de Queen.

Tras ser expulsado de la facultad de diseño de modas, Mercury logró ingresar a la carrera de Diseño Gráfico, en parte para ganar tiempo mientras su pasión por la música terminaba de consolidarse. Allí conoció a Tim Stafell quien cantaba para el grupo 1984 y en donde Brian May era el guitarrista. Poco a poco su interés por la música lo llevó a pasar tiempo con la banda. Pudo vivir de primera mano actuaciones de David Bowie y Free. "Era intenso y perseverante. Seguía a los artistas que pasaban por la escuela haciéndoles preguntas, pidiendo autógrafos, hablando con ellos, incluso cargaba sus equipos", recordó Aubrey Malden para la revista Mojo.

El grupo 1984 duró poco y Stafell y May, junto a un estudiante de odontología y gran baterista de nombre Roger Taylor, formarían Smile. La banda, cuyo sonido se asemejaba a Cream, a finales de 1968 haría las veces de telonera para The Troggs y Pink Floyd. Mercury opinaba todo el tiempo cómo debía sonar la batería o algunos arreglos musicales, incluso sugería como debía ser el look de los músicos. Era como si él supiera que poco a poco se adueñaría de ese proyecto para darle forma a su sueño real. Los meses pasaban y su forma de vestir tomaba connotaciones de dandi, el pelo creció, las uñas de las manos se llenaron de color y su actitud también. Ensayaba con Smile e incluso colaboraba en la composición de canciones. Una de ellas, The Cowboy Song, iniciaba con la famosa línea Mama, Just killed a man, tema inconcluso que, seis años más tarde, se llamaría Bohemian Rhapsody. "Todo el tiempo repetía que sería una mega estrella del pop. Durante los ensayos de Smile no paraba de hacerlo. Mientras la banda tocaba, movía sus manos como interpretando la guitarra, ademán que luego adoptaría en Queen y repetiría todo el tiempo", comentó Chris Smith, allegado a Smile, a la revista NME en 1992.

El resto es historía conocida, el mago Freddie, ese Dios rockero tremendamente humano, tuvo frente a si a audiencias fascinadas por su desempeño en escena, estuvo en la cima del mundo al lado de amigos y otros artistas, para después apagarse con la maldición del SIDA. Ya algunos años han pasado desde su ausencia física, y es que"¿quién quiere vivir para siempre?".

-Y la música de Queen continúa brillando.

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