lunes, 16 de noviembre de 2009

Saramago -yeah twist of Caín-



A pesar de ser considerado como uno de los grandes escritores -y pensadores- de nuestra época, ni el premio Novel José Saramago se salva "de la quema" de aquellos que se creen con la obligación de imponer sus creencias a todo mundo.

La obra de Saramago titulada "Caín" ha despertado gran controversia, y deja al desnudo el hecho de que, a pesar de estar en pleno siglo XXI, la intolerancia, el fanatismo, y el dogma reinan en nuestras sociedades.

Todo el discursito de una sociedad supuestamente moderna, abierta, progresista y tolerante, con el que la mayoría se escuda -políticos y ciudadanos- se va al carajo con una facilidad pasmosa en cuanto se meten con sus retrógrados conceptos judeo-cristianos.

Ahora todo mundo se cree crítico literario, y sin siquiera haber leído el libro, los así llamados cristianos, olvidan todo aquello de que Jesús es amor, y piden la cabeza de Saramago; lo llaman ignorante, y ni siquiera son capaces de hacer un breve análisis de lo que el autor propone -aunque la verdad un análisis concienzudo, es mucho pedirle a alguien que cree en amigos imaginarios-.

Incluso algunos políticos portugueses han llegado al grado de "exigir" que se le retire la ciudadanía portuguesa al escritor -como si los políticos modernos tuvieran alguna autoridad moral-.

Acá en México, en televisión pude escuchar comentarios bastante retrógrados de supuestos "informadores", que olvidando cualquier línea -informativa- insultaron sin reparo a Saramago; y hasta le exigieron "objetividad" -vaya ironías-.

La tesis de Saramago es, de manera escueta, que el dios descrito en el Antiguo Testamento es "perverso" porque ha sido creado a "imagen y semejanza de los hombres". Es decir: el hombre creo a este dios como una proyección humana; luego entonces es un dios rencoroso, egoista, y voluble.

La obra hace una ofensiva parodia del "gobierno del cielo" y asegura que la historia bíblica fue "escrita por un dios cruel e irresponsable". Todo basado en lo narrado en el Antiguo Testamento por los judíos durante generaciones. El mismo Saramago señala que algo como el texto biblico solo pudo ser obra de varias generaciones de personas que contaban la misma historía con la subsecuente degenaración de la misma;el resultado: una aberración.

Saramago señala:

"Cuando digo que Dios no es de fiar, parece que estoy diciendo algo que no se puede decir, pero yo lo demuestro", dijo el escritor, argumentando que la quema de Sodoma "está ahí, está en la Biblia", como supuesta prueba de la "crueldad" de Dios. Ya que en dichas ciudades había niños inocentes.

"Dios", siguió Saramago, "aceptó el sacrificio de Abel y rechazó, con la crueldad que sólo Dios puede tener, el sacrificio de Caín". La novela interroga sobre la verdadera bondad de Dios y lo iguala en comportamiento con cualquier humano, deseoso de concentrar poder, capaz de pactar con Satán y sin escrúpulos para culpar a los demás de sus desaciertos.

Caín reconoce el homicidio de su hermano, pero se defiende replicando que el autor intelectual ha sido precisamente Dios, por haber tolerado o fomentado los celos y el odio entre hermanos y por eso la califica de perverso.

"Nadie ha vuelto de la muerte para decirme si hay una vida futura. Yo no acepto que la Iglesia me diga que si cometo pecados voy al infierno. Fuimos nosotros quienes inventamos a Dios a nuestra imagen y semejanza, y por eso Dios es tan cruel", dijo finalmente ¿Qué diablo de Dios es éste que para enaltecer a Abel desprecia a Caín?", preguntó".

Vaya que el portugués los ha puesto en jaque. Y en lugar de comportarse como animales, los supuestos religiosos -que aceptémoslo, ni van a misa tan seguido, y hacen tantas culeradas como el resto de los humanos- deberían reflexionar, y si son tan coherentes, que no se quemen el hocico hablando de un supuesto amor,o de sensibilidad y compresión, cuando no profesan nada de esto, pues eso se llama hipocresía. Y recuerden -como dijo Todd Flanders- que las mentiras hacen llorar al niño dios.

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