lunes, 6 de diciembre de 2010

Café del día.


No me molesta el ruido del bebe llorando, es agudo y persistente, pero no me irrita como a los demás, que se notan bastante impacientes. Es solo que es muy raro que alguien traiga a un bebe a una cafetería como esta, llena de yuppies a la mexicana.
La mesera comenzó a atenderme muy bien, ahora apenas se digna en dirigir unas cuantas miradas hacía nuestra mesa; ya no somos los únicos clientes, ya no importamos mucho; y ya no podemos consumir más café aunque quisiéramos.

Frente a mi esta Sara, a quién esperé por cerca de cuarenta minutos. Me citó, por que según ella, "todos están muy preocupados por mi". No esperaba que se disculpara por su retardo, pero me tranquilizaría saber que aún conserva esa cortesía característica que tenía, que era algo que me gustaba mucho de ella. Pero no, hoy no parece interesarse demasiado en los convencionalismos sociales; "llego tarde ¿y que?" parece ser su nueva actitud; y yo, como buen "caballero", me tengo que joder. Recuerdo ahora, con cierta malicia, cuando eramos novios y yo llegaba algo tarde a nuestras citas; no por que así lo planeara, si no que en ese entonces no tenía coche. También recuerdo la cara de puchero que tenía al verme cuando por fin me aparecía; y lo nervioso y sudoroso que me ponía mientras soltaba disculpas al por mayor. Ahora todo ha cambiado.

¿Que tantas fotos se tienen que tomar los de la mesa de atrás? Si, ya nos enteramos que no se veían desde hace meses, ya nos enteramos también que una de ellas estuvo en Europa, y ya también sabemos que "no reconoce México, por que esta lleno de violencia". ¿En que extraño México vivían estas personas, donde según su lógica nunca ocurrían hechos violentos, no asesinaban candidatos, y la polícia nunca jamas perpetraba abusos?

Sara aborda el tema que supuestamente tanto le preocupa a los demás; esto parece una "intervención" chafa; o uno de esos shows donde todo es una broma y hay una cámara escondida grabando. Me gustaría que fuera así. Pero conozco a Sara y su tendencia a la manipulación; y se que por lo mismo, nunca bromea.

El llanto del bebe se detiene abruptamente, su madre le ha taponado la boca con un biberón. Sara aprovecha la calma después de la tormenta para volver a su venenoso interrogatorio disfrazado de conversación causal:

-"No es guapa...no se que le ves" -quisiera decirle que ella no es precisamente una modelo; pero callo, como siempre que no quiero involucrarme en sus alegatos insulsos. Ya estoy amaestrado a ella; duramos como cinco años. ¿Por que la escucho?: por que la quiero. Ahora me confronta directamente.

-¿Y bueno; que le ves?

-Es una persona muy educada...

-¿Educada? No tiene ni maestrías ni nada. ¿Si acabó la universidad, no?

-No se que es lo que te molesta de ella...

-A mi nada...pero me extraña que estes como idiotizado; no le veo lo especial por ningún lado...

-Por cierto ¿como va tu doctorado?-gano tiempo; el tema da para mucho; solo tendré que ser paciente mientras divaga...perfecto, ya me esta contando de su doctorado...extraño el llanto del niño. Por fín cambiamos de tema; ahora me narra la última aventura de su hermano; pero entonces logra ligar, con pericia, nuevamente el tema espinoso.

-No quiero que te pase lo que le pasó a mi hermano.

-Despreocupate,Marcia no es una teibolera argentina...-ahora a aguantar como otros veinte minutos de confrontación; pero valió la pena, lo pude sacar de mi pecho. Me siento como en una sit-com, donde unos escritores judios me escribieron la mejor linea de la noche. Ya no me molesta nada, ni el bebe que ha vuelto a llorar, ni las malas caras de los que regentean este lugar, ni las "super-amigas" que continúan tomandose fotos y agregándose en facebook vía sus blackberrys. Por mi que todas ellas se larguen al culo más hondo de Europa.
Tal vez pida otro café. Afuera todo se ve bullicioso; como si la gente esperará a que fuera sábado para vivir de verdad.

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