La comunidad científica lleva años afirmando que el potencial adictivo de la comida puede ser muy similar al de las drogas. En la década de los 80 se llevó a cabo un controvertido estudio que concluía: la cocaína no es más adictiva que la comida basura.
Varias voces se alzaron en contra diciendo que era peligroso hacer ese
comparativo ya que se minimizaban los peligros de la droga. Décadas
después, la comida rápida ha demostrado ser altamente dañina para el ser
humano y la obesidad es una de las grandes epidemias del siglo XXI.
La evidencia de que la adicción a la comida es un padecimiento real cada vez es mayor.
Pérdida de control sobre lo que se come, sentimientos de impotencia
frente a los alimentos y el consumo de algunos a pesar de conocer que
podrían provocar consecuencias negativas, son síntomas que presentan
miles de personas que acuden a clínicas y consultorios para tratar este
problema. Signos similares se manifiestan en los que tienen una dependencia las drogas.
Una investigación publicada en Archives of
General Psychiatry encontró que el cerebro de las personas que presentan
síntomas de adicción a la comida funciona de forma diferente cuando de
alimento se trata. Monitoreando la actividad cerebral con escáneres,
descubrieron que al momento de ver imágenes de helado, en áreas como la amígdala, y el córtex cerebral se incrementaba la actividad. Estudios similares han encontrado que sucede lo mismo cuando un adicto a las drogas
ve imágenes de parafernalia relacionada con su sustancia de preferencia
o con la propia droga. La investigación también demostró que cuando las
participantes comían helado, disminuía la actividad en la zona cerebral encargada del auto-control y ello les dificultaba dejar de comerlo.
Si piensas que tienes una relación adictiva con la comida porque
no paras de comer aunque te sientas satisfechx, te preocupa la idea de
reducir algunos alimentos, ocupas gran parte de tu tiempo en lidiar con
los sentimientos negativos que te despierta excederte en algunos
alimentos y/o tienes un problema de sobrepeso que afecta tu vida social
(o tu salud) y aún así no has tenido éxito en intentar modificar tus
hábitos alimenticios, es probable que necesites ayuda profesional. Una terapia cognitivo-conductual podría ayudarte a modificar tus lazos con la comida.
Investigadores de la Universidad de Yale desarrollaron una Escala de Adicción a la Comida.
Te dejo algunas de las preguntas que vienen en esa escala. Si la
mayoría de tus respuestas son positivas, es momento de buscar ayuda:
En los últimos 12 meses:
- ¿Comes hasta sentirte lleno?
- ¿Has consumido ciertos alimentos para evitar sentir ansiedad?
- ¿Te sientes muy cansado después de comer?
- ¿Cuando te das cuenta que un alimento que deseas no está a la mano, sales a conseguirlo?
- ¿Has tenido que aumentar la cantidad de comida que ingieres para sentir los mismos efectos que antes?
- ¿Has intentado dejar de consumir ciertos alimentos?
- ¿Has evitado asistir a algún evento social por miedo a comer mucho frente a otros?