viernes, 2 de septiembre de 2011

Ya ha pasado una semana del lamentable incidente del casino Royale en Monterrey N.L.Una semana en que los mexicanos-los de verdad, los que vivimos y sufrimos este país-hemos estado de luto. Desde luego que tras el duelo y el shock vienen la desconfianza y los cuestionamientos validos hacía las autoridades, esas que dicen estar velando por nosotros, que repiten con desgana que están en una lucha por brindarnos seguridad y justicia, conceptos que cada día se ven más lejanos. Hasta ahora me siento con cierto ánimo de escribir al respecto, pero la realidad es que el dolor y la amargura me impiden ahondar en el tema. Por que, aunque ningún familiar mio perdió la vida en dicho casino, si perdí a un ser querido, mi hermano, en esta absurda campaña de odio, violencia, abusos, corrupción y autoritarismo en que ha resultado el sexenio; y se lo que es la impotencia y la tristeza de que te arrebaten a alguien cercano por motivos absurdos y abusivos.

Solo dar mis condolencías a la gente valiente de Monterrey.

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