miércoles, 16 de mayo de 2012

Cementerio de trenes.


Con los ojos cerrados escucho un grito agudo.-A la distancia- Se escucha como la exhalación de un moribundo.
Todo esta ahi, se puede sentir.
Es una de las ventajas del silencio que nos rodea.
Un silbido lejano, como una bestía aullandole a la noche-a una noche hueca, fría-. 


El tren viene cargado de espiritus correosos, duros, fatigados.
Su equipaje es muy básico, su vida va muy rápido.
Por eso representan lo esencial.


- Noches y días desperdiciados; hipnotizados por las luces de la ciudad.
-Vidrios rotos por todo el camino, sueños idiotas, todo es barrido con la misma escoba.


  Regresaras a casa en una bolsa de basura de plástico negra.

¿Alguien los vio pasar? Estuvieron debajo de un puente un tiempo, creo.
¿Quienes eran? No lo sabremos. 
No recordaremos siquiera que fecha, o que santo se celebraba esa noche. Solo se que se celebraba algo por que horas antes se escuchaban cohetes de fiesta de iglesia.

II

La máquina devora los rieles, uno a uno, a velocidad pasmosa.


Cementerio de trenes. De una ciudad muerta. Necrópolis
Todos muertos; todos siendo lo mismo.

Alucinando con momentos mejores, 
añorando un poco la vida que se les fue rápido. 
Buscando una moneda tirada por el suelo. 

Con la cara en el suelo, uno junto del otro, formando un atajo de muñecos rotos-y muertos-.






Dedicado a la memoria de Carlos Fuentes.

No hay comentarios: