miércoles, 11 de mayo de 2011

Polemizar la marcha.

He escuchado a muchos polemizar en los medios en cuanto a la reciente marcha por la paz; siento que incluso algunas cosas se sacan de contexto:

"¿Como en una marcha supuestamente silenciosa se escucharon reclamos y consignas?", "¿Por que en una marcha que pugna por la paz se escucharon gritos del tipo"muera Calderón?", ¿Por que -se atreven-a pedir la renuncia de Genaro García Luna-secretario de seguridad-?(pobrecito, el que culpa tiene, casi nos dicen) ".

Ahora comprendo por que Javier Sicilia en uno de los puntos se refería a los medios no democratizados- o no tan democráticos como se dicen- que siguen intentando mandar mensajes parciales, sesgados.

El debate es bienvenido, y por supuesto que cuestionar algunos aspectos de la marcha es valido para una mejor comprensión del mensaje de la misma; pero esto ya parece choteo: el dolor de muchos de los participantes, el coraje, y hasta la tensión fue manejado con una digna mesura. No olvidemos que la marcha nació del dolor y el luto por la perdida de muchos seres queridos: no siete, ni cien, muchisimos más y en todas partes del país, desde que se desató esta funesta campaña del gobierno calderonista-y no, la gran mayoría no eran delincuentes, eran simples jóvenes, estudiantes, el futuro del país; otros eran padres, hermanos, hijos pequeños, mujeres inocentes-. Por supuesto que hubo quién manifestó consignas, sobre todo entrando al DF, donde muchos también tienen cosas que decir, y lo expresaron a su manera.

Lo de "muera Claderón" fue mera anécdota-¿cuantos mensajes similares, mentadas de madre, o insultos a los presidentes en turno no se han escuchado en esa plancha del Zócalo?- y se dio solo entre un grupo de jóvenes-otros no tanto- que transformaron la consigna "Fuera Calderón" por el consabido mensaje. Fue espontáneo, pero si llamó la atención de la mayoría de los que estábamos ahí, y nos resultó chocante. Algunos decían "fuera", otros decían "muera" y todo parecía confuso; hasta que el propio Sicilía en un momento dado de su discurso calmó los animos y dejo muy en claro que de lo que se trata es de detener esta violencia, retumbó en la plancha un sereno y sosegado: "no, que no muera", que viva, que renuncié". No podemos tomar de forma literal el grito de unos cuantos inconformes; nunca se ha hecho, ¿por que llama la atención ahora? Eso si, nos dio un momento clave en el discurso.

-A mi también me extrañó un poco que uno de los puntos fuera la solicitud de la renuncia de el secretario de seguridad; pero en el instante comprendí que era algo de lo más coherente con las ideas que motivaron la marcha. Si este funcionario no ha cumplido su trabajo de reducir la violencia, ni ha dado seguridad a nadie, y muy al contrario ha logrado expandir la violencia hasta reflejar un mayor número de bajas en la población civil-y el aumento de los abusos contra esta- ¿por que nos extraña tanto que se pida su salida?

Finalmente muchos se vieron como el propio presidente: ante una solicitud legitima y clara contestan con evasivas, con generalidades; "saludan" a la marcha, pero no van a "girar el rumbo"; y hasta cuestionan e ironizan. No esperábamos menos de ellos, la verdad.

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