miércoles, 28 de marzo de 2012

Javier Sicilia: reclamos con fundamento.

A un año del asesinato de Juan Francisco Sicilia y de otras seis personas que dio lugar a la creación del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el poeta Javier Sicilia lanzó una crítica al gobierno federal y al crimen organizado por mantener el clima de violencia y elevar el número de víctimas a 60 mil en este sexenio.

Ante la incapacidad del gobierno y los partidos políticos para detener esta ola de terror, Sicilia hizo un llamado a que la gente vaya por el voto blanco como muestra de inconformidad, aunque esta opción electoral no tenga reconocimiento oficial.

“Un año después, obstinados en su ceguera, no sólo la han perdido a pesar del dispendio de sus campañas electorales, sino que también han vaciado de sentido y de dignidad las instituciones del país; y han edificado lo que no queríamos: las elecciones de la ignominia, una ignominia que ha hecho y continuará haciendo más profunda, para nuestra desgracia, las fosas en donde están enterrando la vida del país”, manifestó Sicilia en el zócalo de esta ciudad.

Frente a lo que tildó como una “desvergüenza”, el dirigente del movimiento ciudadano lanzó la propuesta que desde el 8 de mayo hizo en la Ciudad de México, tras la marcha de tres días desde Cuernavaca: acudir a las urnas el 1 de julio y optar por el voto blanco.

El dirigente del movimiento de víctimas hizo también un llamado a los candidatos presidenciales para establecer un diálogo en el alcázar del Castillo de Chapultepec para junio próximo. Antes de esto, realizará un encuentro nacional de víctimas el 22 y 23 de abril en Cuernavaca. Y para agosto, la gira en Estados Unidos.

Durante todo el día y hasta la noche, cientos de personas acompañaron en diversos actos a familiares de víctimas. Llamó la atención la presencia de Julián Lebarón, quien hace poco dejó el movimiento. Dijo que asistía también como víctima y porque era solidario con el movimiento encabezado por Sicilia.

Por la mañana, cerca de 200 personas asistieron a un acto simbólico en la glorieta de la Paloma de la Paz, a la entrada de Cuernavaca, y otro más en el municipio de Temixco, donde hace un año encontraron el cuerpo de Juan Francisco Sicilia y otras seis personas en un auto abandonado.

En el fraccionamiento Las Brisas varias víctimas lanzaron un llamado desesperado al gobierno para detener esta violencia.

Sicilia, enojado espetó: “Criminales y políticos, ¡Párenle ya hijos de la chingada!”

Invitó al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, a visitar, sin guardaespaldas y por la noche esta ciudad, donde se han triplicado el número de muertos durante el último año.

Ya en la plaza de armas, frente al Palacio de Gobierno, familiares de las víctimas realizaron una celebración religiosa ecuménica y colocaron una placa en memoria de éstas en la entrada principal del edificio.

Ahí, Sicilia hizo un recuento de lo que ha hecho el movimiento de paz; y destacó que se logró la “visibilización” de las víctimas. Reiteró que el país vive una situación de emergencia nacional.

“Después de recorrer 11 mil kilómetros, de dialogar de cara a la nación en el Alcázar del Castillo de Chapultepec con el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo; a pesar de haber logrado, como consecuencia de esos diálogos, la creación de la Procuraduría de Atención a Víctimas y la Ley General de Víctimas de la Violencia y del Abuso de Poder; a pesar de haber detenido la Ley de Seguridad Nacional, que le daría un marco legal a esta guerra absurda, y haber propuesto una Ley de Seguridad Humana y Ciudadana, ni la justicia se ha hecho ni hay una ruta profunda y segura hacia la paz y el regreso de las fuerzas armadas a sus cuarteles”, se quejó el poeta.

Lejos de ello, agregó, el crimen continúa asesinando, secuestrando, extorsionando, desapareciendo personas de las maneras más viles, cruentas y demoniacas; balcanizando al país. Y el Estado, penetrado, cooptado, roto, sin hacer justicia, volviendo a despreciar, a criminalizar y a borrar a las víctimas y la emergencia nacional del espectro social y político del país, y a contribuir, con su cauda de violación de los derechos humanos, a este dolor inútil, atroz, desesperante.

Ante decenas de personas reunidas en el zócalo, frente al Palacio de Gobierno donde está permanentemente una ofrenda a las víctimas con flores, cruces, retratos y poemas, Sicilia advirtió que ni en la agenda de los gobiernos ni en la de los partidos existe la realidad del país.

“Si hace un año estábamos hasta la madre, hoy continuamos estándolo de una forma más profunda y brutal.

“Seguimos estando hasta la madre de ustedes, criminales, porque su imbecilidad, su miserable ansia de dinero y de poder, continúan asesinándonos, envileciéndonos y llenándonos de horror y de oprobio”.

Luego, lanzó un llamado: “Desde aquí, desde este lugar, donde hace un año los reconvenimos, volvemos a llamar a sus conciencias, si es que algo queda todavía en ellas de luz, para que detengan este horror y este lamento de madres, de viudas, de hijos; este siniestro camposanto en que están convirtiendo a la nación, a su propia nación y a sus propias comunidades. Dejen de asesinarnos, dejen de secuestrarnos, dejen de extorsionarnos, dejen de llevarse a nuestros hijos y a nuestras hijas; dejen de dañarse y de envilecerse a ustedes mismos con tanto horror”.

En el mensaje habló también a la sociedad; dijo que frente a los crímenes que no cesan con suma crueldad, los ciudadanos deberían salir a las calles a manifestar la reprobación e indignación.

“Este país es nuestra casa y cada uno de los que habitamos en ella son nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros padres. Por ello, no podemos permitir, no debemos permitir, que los señores de la muerte lo sigan humillando y nos sigan humillando. No somos mercancías, nos somos objetos, no somos instrumentalidad (sic) al servicio de la maximización de ganancias ni de ningún poder”, lamentó.

En varios momentos Sicilia hizo referencia a la clase política y en el mismo tono de reclamo dijo:

“Seguimos estando hasta la madre de ustedes, políticos, gobiernos, partidos y candidatos, porque la corrupción que han dejado instalarse en las instituciones es cómplice de todos estos crímenes y de todo este dolor –98% de impunidad quiere decir que los criminales están también dentro del Estado–.

“Seguimos estando hasta la madre de ustedes, porque a causa de esa corrupción, de ese cinismo, no se ha dotado a la Procuraduría de Víctimas ni del dinero ni de la infraestructura que exige el dolor y la emergencia nacional que vivimos.

“Porque pese a que se ha redactado una Ley de Víctimas de la Violencia y el Abuso del Poder, el Ejecutivo, traicionando los acuerdos que establecimos en las mesas de trabajo, la quiere reducir, como ha reducido la Procuraduría de Víctimas, a una pobre Ley de Víctimas del Delito.

“Porque de los ocho casos paradigmáticos que llevamos frente al presidente durante el primer diálogo en Chapultepec, el único que se ha resuelto, a medias –todavía faltan las sentencias–, es el de mi hijo y el de, los que junto con él fueron asesinados.

“Porque lejos de hacer justicia, los desaparecidos no sólo siguen sin aparecer, sino que su número aumenta, como aumenta el número de asesinados de las formas más espantosas y brutales.

“Porque los criminales siguen sueltos y la impunidad, a pesar de las maquilladas cifras de Poiré, continúa sin descender un ápice.

“Seguimos estando hasta la madre de ustedes, porque nos negaron la reforma política y la reforma de los medios de comunicación, que exigimos en el punto 6 del pacto y que habría podido blindar las elecciones”.

Lejos de ello, advirtió, los partidos, los gobernadores, las autoridades federales, el Ejército, la Armada, la Iglesia, los congresos, los empresarios, los medios de comunicación, siguen aceptando que el país continúe siendo una trampa mortal para todos.

Esto es, “siguen aceptando que gobernadores y funcionarios señalados públicamente como cómplices del crimen organizado, continúen impunes en las filas de los partidos y, a veces, “candidatiados” (sic) a puestos de gobierno; y que el Ejército siga en las calles, violando muchas veces los derechos humanos, incrementando el número de víctimas.

Por la noche, ante unas mil personas reunidas en la plaza, decenas de familiares de varios estados presentaron sus testimonios y exigieron al gobierno detener la violencia y resolver sus casos porque a un año sólo se ha resuelto el del hijo de Javier Sicilia.

Las actividades concluyeron con la participación del colectivo “El grito más fuerte”, compuesto por 250 artistas, y una caminata nocturna por las calles de Cuernavaca en la que participaron víctimas y ciudadanos portando veladoras en memoria de los miles de muertos de la guerra contra el narcotráfico.

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