jueves, 15 de marzo de 2012

Seis años.

Recuerdo una frase que decía Hector Lechuga en su película de culto "México 2000", cuando en "el cielo" Dios/Chucho Sálinas le preguntaba como medían los mexicanos el tiempo: "En sexenios", contesta socarrón Lechuga. Es doloroso pero es verdad. Seis años nos bastan y sobran para entender una "lógica" del poder por el poder. De la prepotencía y "costumbre del poder"-Luis Spota dixit-.

Seis años después en lugar de país tenemos trinchera. El verdadero peligro para México sigue allí, en la complicidad de las cúpulas empresariales, políticas y clericales, en la sumisión a Washington y su agenda mundial, en la tendencia a la cosificación del hombre, en el deterioro de los derechos humanos, con la dignidad disfrazada con cualquier distracción, y en la pobreza.
Todo permeado por lo vulgar, lo barato,los salarios de hambre que no corresponden para nada con el alsa de precios constantes, y la subsecuente marginación. Sumidos en el lugar común, en el discursito desgastado a fuerza de tanto repetirlo a la menor provocación, el "haiga sido como haiga sido" vulgar, el chistecito pesado del burocrata empresarial, que rie y se frota las manos mientras el país se cae a pedazos.

La juventud-esa que antes México tanto presumia-abandonada a su suerte, sin oportunidades, y sin ganas ya de desgastarse con algo que nunca cambia; que ellos-jovenes y todo- saben nunca  va a cambiar aunque el "asunto" se bañe, de vez en cuando, de gatopardismo.


Desde el principio todo muy amargo, con un "se aguantan" y "ustedes no dejen de preocuparse" despota y valemadrista, y ahi les encargo a los soldados en las calles. Meses de propaganda, rumores y opacidad gubernamental; de censura y auto censura, de descontrol, de secuestros, de enfrentamientos, de robos, de escuelas cerradas, de pueblos abandonados, de helicópteros sobrevolando las ciudades con francotiradores a los lados confirmando que "se está en guerra".

Ahora que estamos inmersos en las "nuevas" campañas electorales ¿Y las promesas de campaña de Calderón? Alla en una probabilidad muy lejana de que existan empleos; de manos limpias en la administración pública
No hay trabajos, si hay carencias y lo que esto conlleva.Pero que tal sus negociazos y negocitos.Su manejo artero del Estado como empresa efectiva para hincharse de ganancias.Aprovechando al máximo esos seis años, usando y abusando de su posición privilegiada y estratégica, ocultando con cortinas de humo; y si alguién preguntaba: opacidad tiranica. Con el Estado Mayor Presidencial, esa cuerpo de élite de las fuerzas armadas convertido, vulgarmente y sín recato, en complice de ese "pinche tirano". Como en -una- república bananera. Sangre y desconcierto en las calles.Y el trasiego de droga sigue siendo un negociazo y mejor que ya ni se les ocurra sugerir a esos expertos legalizarla por que se caería el jugoso teatrito; mejor a seguirlos ridiculizando, total ya la gente comprobó a la mala que la "droga es sangre". Seis años que se pasaron amargamente entre el sobresalto, el miedo, la incredulidad, la risa socarrona; y un reguero multitudinario de cadaveres-para "ellos" solo números, cifras de su tarea macabra y necia-. Al final de los seis años -los seis años mas largos en la vida de muchos mexicanos-,el fracaso: las drogas no dejaron de fluir hacia el mercado gringo y comprador, el empleo cayó brutalmente a pesar de cósmeticas declaraciones de absortos personajes enfundados en trajes italianos y corbatitas de diseñador. La credibilidad de las instituciones por los suelos. Muchos empobrecidos paulatinamente, guardando un poco su coraje, pero que piensan cobrarse de alguna forma. El país esta enfermo, gracías políticos de mierda.

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