viernes, 13 de abril de 2012

Cantinflas entre el caós.

Desde hace algún tiempo me llama la atención un trabajo del historiador estadunidense Jeffrey Michael Pilcher-especialista en temas mexicanos-dedicado a analizar la figura del genial Mario Moreno Cantinflas en concordancía con los fenómenos sociales. Titulado "Cantinflas and the Chaos of Mexican Modernity" en este estudio se analiza, metodicamente y con una comprensión de los efectos sociales y culturales, al mexicano urbanita del siglo XX; desde el mecapalero al "peladito" (capturado -en esencía- e interpretado por Cantinflas).

Pilcher aquí disecciona la cultura mexicana post-revolucionaria con gran tino; y sin tanta vuelta y enredo como lo hizo Octavio Paz en su "Laberinto de la Soledad“. En
"Cantinflas and the Chaos of Mexican Modernity" se observan las jerarquías sociales, los patrones del lenguaje, las identidades étnicas, y las formas patriarcales de comportamiento; ese dominio de lo masculino en la sociedad post-revolucionaria. Mario Moreno supo capturar la esencia del mexicano patriarcal, que habido de reconocimiento/respeto caía a veces en lo rídiculo; que se sentía despojado -por que muchas veces lo fue en realidad-. La mirada de Cantinflas re-interpretó códigos y actitudes y las transformó en humor caótico, aparentemente inconexo. El lugar común de "es que no decía nada" es un enfoque ingenuo; al contrario, Cantinflas hablaba para aquel que lo pudiera decifrar. Por eso pasaba de un tema a otro con desparpajo. Se reflejaba así esa ansiedad del mexicano de querer abarcarlo todo, decirlo todo, enterarse de todo-en apariencia-;por que tal vez después no habrá tiempo. Algo que sorprende a conocidos o amigos extranjeros es esa avidez del mexicano por conversar atropelladamente, saltando de un tema a otro sin llegar a muchas conclusiones aparentes-por que nosotros ya hemos llegado a nuestras propias conclusiones-.

Es el ojo de gringo curioso del profesor Pilcher el que analiza cosas que nosotros damos por sentadas, por superadas; pero que en realidad seguimos arrastrando como "gabardina" vieja por las calles.

Pilcher hace especial hincapié en las “formas masculinas de comportamiento”. En ese sentido, llama la atención como los crónistas Salvador Novo y Carlos Monsiváis fueron los primeros intelectuales en redimir la figura de Cantinflas ante los ojos de los furibundos criticos y "guardianes de la decencia y el lenguaje". Ambos cronistas vieron la caricatura de los comportamientos masculinos aceptables. En las películas de Cantinflas se cuestiona el rol masculino de proveedor y motór social. El "peladito" vive a sus anchas, toreando los esquemas impuestos; burlandose de los pater familias "impolutos" que se le ponian al paso. El "peladito" es tal por que ni siquiera tiene una familía; se mantienen al margén; no puede ni "tener" una esposa por que no tiene ni en que caerse muerto; es un cero a la izquierda en la sociedad machistoide. Y este se encara con el auoritarismo del hombre "digno" y de familia. Aquel que si tiene "algo" de defender, ordenar y supervisar.

¿Por que entonces nos es tan empatíco el personaje esencial de Cantinflas, si es un marginal asocial? Por que era simpatiquisimo; no queríamos perdernos de lo siguiente que iba a decir. Tal vez ,a la siguiente frase, le entederiamos mejor.


Veo constantemente las películas de Cantinflas y cada vez le encuentro un matiz diferente a sus palabras; y no es alucinación mía. Conforme se logra decifrarlo, comprenderlo, se encuentran nuevas lineas y significados.No es lo mismo el Cantinflas dicharachero y algo torpe que ví cuando yo era niño o adolescente, al Cantinflas filósofo y crítico que veo ahora. Lo que si, siempre me gustó su irreverencia, su estilo callejero de no dejarse; su hablar en código para que la autoridad represora-el polícia, el riquillo, el político mafioso,el papá de la muchacha- no le entendiera. Ese lenguaje era un guiño al público, quién fascinado rie al comprender, si no la palabra, si la intención. El lenguaje de Cantinflas es un escudo, un arma; si se fijan rara vez lo compromete, el embrollo sirve para salir de paso, para subsistir en medio del caós.

¿Pero Cantinflas surgió de la nada? Las raices de los personajes y las personas que conformaron al "peladito" lo dejaremos para otro post.

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