Este show fue un ejemplo perfecto de cómo debe ser un
concierto de Metal: Una banda competente, con presencia escénica y con un
repertorio capaz de motivar a la gente a fundirse con la música de estos
suecos; música épica, machacante, pesada pero a la vez dotada con cierta dosis
melódica. La banda supo combinar de manera balanceada sus nuevas canciones
junto con sus himnos más celebrados, sin perder ni un ápice de intensidad.
El público recibió cada gesto, cada interpretación, cada
letra, con verdadera pasión; y es que de eso se trata, de pasión por el metal. Poco
a poco, batalla tras batalla-disco tras disco- Amon Amarth se ha consolidado
como un acto a tomar en cuenta. Y esa noche demostraron el por que jalan a
tantos metalheads a sus conciertos y
por que son referencia constante. A pesar de que muchos no comprendan muy bien
cuando se volvieron tan populares.
En todo momento el grupo sonó potente. Y tanto los músicos
como la gente se entregaron de lleno a este ritual musical. Una impresionante
manta con la portada de “Surtur Rising”-su último disco- les daba el telón de
fondo necesario para comenzar las “hostilidades”y avasallar a los fans ahí
reunidos. Un día antes se había anunciado que el show estaba sold-out-completamente vendido-. Y al
entrar al Circo Volador y ver que en ningún lado había un hueco se confirmaba
el poder de convocatoria de estos vikingos locos.
“War of the
Gods” y “Runes to my Memory” pusieron el ambiente a punto,
“Destroyer of the Universe” provocó el caótico slam. Algunos chavos nuevos en estos
menesteres no aguantaron vara y se calentaron con el empuje y golpeteo
constante del slam; pero en fin. Ya irán
aprendiendo que esto se trata de un movimiento catártico y dotado de un espíritu
“deportivo”, nunca de una agresión premeditada y con saña.
Con esos temazos fue más que suficiente para que al público nos
explotara la cabeza y nos entusiasmáramos para dar el 100%. Johan Hegg-el
barbudo vocalista- es to`o un maestro a la hora de comandar a las hordas
metalicas, que ávidas recibían la energía de la música vikinga; haciéndonos
gritar ”hey hey hey” cada que era
prudente; y la banda entregando y calentando a la gente para una noche muy completa que dejó satisfecho a todo mundo.
Temas a destacar: “Destroyer
Of The Universe”-donde el Slam estuvo a todo-, “Thousand Years of
Oppression”-dodne la voz de Hegg lució y demostró que esto no es nada más es
puro grito y guturales-, “The Pursuit of Vikings”-temazo ya clásico que fue muy
bién recibido-, “The Fate of Norns”,”Under the Northern Star”,”Death in Fire”-coreada
por todos- y Victorious March. Para sorpresa de todos, y ya con las luces del
Circo encendidas, regresaron con dos temas más: “Twilight of the Thunder God” y
“Guardians of Asgaard”, para dejarnos devastados pero felices.
Noche de mucha energía, y buen metal. Donde definitivamente
se demostró que Amon tiene en México uno de sus feudos.
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