jueves, 25 de noviembre de 2010

Let me entertain you.


"Dejenme entretenerlos", les decía a las masas que dominaba como nadie más: los hacía cantar, entonar, llegar a notas rebuscadas, transformarse en espectáculo único. ¿Quién podía competir con el? El era el rey y el era la reina; el mismo encarnaba al extravagante inalcanzable y al sencillo y sensible hombre falible, el bufón y el sabio, el alfa y el omega.

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