martes, 16 de noviembre de 2010

Son terribles las consecuencias de continuar con una política de sangre y terror por parte del mismo Estado; es alarmante comprobar que tras la violencia, los crimines, los abusos, y los secuestros, se encuentran involucrados elementos de la misma policía, quienes cometen dichos ilícitos al amparo de su "placa" y sus cargos, fuertemente armados, y capacitados para la violencia más abyecta. Si es conocido el nivel de corrupción y cinismo de estos cuerpos, ¿por que se empezó arbitrariamente una campaña tan funesta? ¿Es que así lo requieren las autoridades? ¿Se trata acaso de una forma más cruenta y descarada de control social? Todo parece señalar, lamentablemente, que así es.

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