jueves, 30 de octubre de 2008

El nacimiento de Frankenstein (parte II).




Mary Shelley, tan joven y con tantas experiencias relacionadas con la muerte.

Se pueden comprender sus obsesiones y sus fervientes fantasías.

Por su parte su amado Percy B. Shelley- hijo de un Barón que en esos momentos le retiró su apoyo económico- continuaba al lado de la hermanastra de Mary, Claire. Poco después al tener 18 años Mary da a luz a un hijo varón. Lo que trae cierta alegría, paz y consuelo a nuestra atormentada heroína. Ante esto Claire decide pintar su raya, y poner sus miras en alguien por encima de Percy Shelley, nada menos que el controversial Lord Byron, poeta y extravagante, la quintaesencia del poeta maldito y aristocrático. Un Super Star de la época. Tuvo sus amoríos con Claire, aunque Byron estaba más interesado en la pareja formada por Mary y Percy. Y no tardó en invitarlos a su villa en Suiza. Pronto se volvieron un grupo muy unido y festivo. Y Byron generaba verdadera pasión en los tres jóvenes.

A donde quiera que Byron se movía surgían las habladurías y los escándalos. Se hablaba sobre el y su grupo de amigos cientos de exageradas historias de orgias y excesos. Lo cierto es que burguesito y veleidoso Lord Byron los trataba a veces con desden y les hacia numeritos, que los tres jovenes aguantaban para volver por más. Les acompañaba el joven doctor John Polidori. Se reunían alrrededor de una fogata y consumian las drogas de moda -el opío y el láudano-, y el alcohol necesario. Para tres jóvenes fácilmente inpresionables como Mary, Percy y Claire, el carisma y las correrías de Byron les parecían atrayentes y peligrosas.

Vendría entonces la reunión a las orillas del lago Ginebra, en 1816, en el llamado " verano de la oscuridad", por las obras y anécdotas que ahí se gestaron. Todos reunidos en la mansión entreteniéndose entre ellos, con su ingenio y su talento, y recreándose en las drogas, divagando y soltando las mas delirantes teorías. Mientras afuera, una espectacular tormenta agitaba el agua del gran lago.

En ese ambiente Byron sorprendió a sus invitados leyéndoles uno de sus poemas favoritos, se trataba del poema gótico¨Christabel¨, del poeta Samuel Taylor Coleridge. Una sombría pero romántica historia acerca de fantasmas y espíritus. La existencia del alma-o lo que diera vida a un cuerpo humano- era algo que apasionaba a este grupo, y tema de constantes debates. Incluso bromeaban con Mary al recordarle el hecho que aún en esas fechas los círculos más conservadores y los religiosos dudaban de que las mujeres y los animales tuvieran alma -eran épocas fanáticamente conservadoras y machista-.

A alguno de los invitados -no se sabe cual- le pareció el poema gotíco ¨Christabel¨aburrido y cursi; y que más bien aquello de fantasmas y supersticiones absurdas-todo mundo, en Inglaterra era muy científico y pragmático en la época- no asustaban a nadie. Byron les explicó a sus invitados que el arte del terror era sutil-en apariencia- y que jugaba con símbolos poderosos y antiguos. Que mezclaba elementos muy conocidos por culturas como la Griega; y que no olvidaran que Inglaterra poseía una amplia tradición, y folklore de narraciones supersticiosas y cuentos de fantasmas. Muchos no parecían convencidos, y alegaban que esa literatura era vieja y desgastada, fuera de moda, una perdida de tiempo. Byron no aguanto más esas impertinencias y ahí mismo retó al grupo. Si se creen tan buenos, si se dicen la crema y nata de las artes literarias, por que no intentan escribir una historia de terror, de espíritus y monstruos desconocidos y aterradores. Mary asumió el reto, y se puede decir que fue de las que se lo tomó mas en serio -aunque de esa noche también surgió el esbozo de lo que seria la novela ¨Ël Vampiro¨de John Polidori, que más bien cultivó escaso éxito en su momento -hoy ya es considerada una obra clásica de esa época y genero, y una influencia directa para la novela "Dracula" de Bram Stoker-.

Mary asegura haber encontrado la clave para la historia en una pesadilla llena de truenos -precisamente dormida en una noche de tormenta. Este bizarro sueño junto con las ideas que la habían fascinado acerca del anatomista ¨loco¨ Konrad Dippel, los médicos roba cadáveres, y los experimentos con la electricidad serían, los ingredientes de esta obra maestra.

Por otro lado, no eran momentos fáciles en la vida de Mary, su hermana mayor se suicidó -hija de Golwin en su primer matrimonio, y esto la afectó y la deprimió mucho. Paralelamente su relación con Percy ya no era tan apasionada como antes, y ella sentia cierto distanciamiento. Asi que estas duras experiencias le proporcionaron al monstruo su aura de soledad y su sufrimiento.

Byron quedó fascinado, incluso sentía cierta envidia por el revuelo que causó la obra de Shelley- esto se deduce por su poco apoyo a la autora posteriormente-; envidioso por que sabía que los elementos que componen esta obra tan subyugante, muy bien se le pudieron haber ocurrido a el, pero no fue así. Aunque es seguro que la idea de la novela es bastante singular, contenía los elementos puros del "universo" Byroniano, pero con una particular narrativa, con un vigor joven y brillante; y como no, embebido del "toque femenino", papable tan solo a la hora de internarse con sensibilidad en temas macabros, grotescos, pero detallados con elegancia e incluso con cierto y velado barroquismo: todo a lo que apelaba el propio Byron. La técnica empleada en la construcción narrativa de la novela resultó también novedosa, "moderna". En esencia la obra cumplia los patrones que Byron mencionaba y defendía: la elegancia combinada hábilmente con el horror brutal -el monstruo de Frankeinstein es un asesino-, pero también con la mas intima naturaleza humana, y como estos sucumben a sus ambiciones y deseos, a sus fobias, a sus propios horrores cotidianos, el horror ante la muerte, y la redención.

Al principio se lanzó el libro con un tiraje modesto, pero mismo que fue diseminado sobre la crema de la literatura inglesa de la época. Así que no pasó para nada desapercibido y deslumbró a los críticos más respingados –aunque hubo los envidiosillos de siempre- que no veian por ningún lado el motivo de tanto alboroto. Por otro lado las recomendaciones que se hacían del mismo y la fascinación que despertaba de inmediato al conocer la historia que narraba, provocaba la atracción de propios y extraños. Al principio dada la fama de Percy B. Shelley se pensó que la obra era de este autor, eso abrió la posibilidad de que la obra se hiciera famosa de inmediato. Supongo que cuando las masas misóginas supieron que aquella maravilla la escribió una nena de 21 años, ya no importaba mucho-Mary Shelley tenía 21 cuando se publico la novela en 1818, misma que comenzó a escribir tres años antes-. "Frankenstein" pegó duro en el subconsciente colectivo de la época; y su fama crecería con el tiempo. Se representaría en los teatros del mundo con éxito, y su lectura era obligada para todo aquel que se diga ¨de buena cuna¨.

Mary siguió escribiendo. Su otra obra importante -aunque menos afamada- es la novela apocalíptica ¨The Last Man¨.

Una pensadora magnifica y llena de imaginación y genio.

Es común que una creación tan famosa supere a su autor. Pero no debemos olvidar que la inteligencia y sensibilidad artística de esta gran mujer le dieron forma a este mito.

El documental Mary Shelley, el nacimiento de un monstruo, narra vivamente una historia -la vida de Mary Shelley- que en definitiva es tan digna de contarse como la inquietante e influyente historía narrada en la novela misma.

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