martes, 5 de agosto de 2008

Satanismo en tu idioma.







-Jajaja. Si hay “Rock en tu Idioma”, ergo, existe el “Satanismo en tu Idioma”-.

"Satanismo en tu Idioma". Este era el titulo de un muy divertido cassette, lleno de despropósitos, que en México, algún cristiano fundamentalista y listillo, grabó en paupérrimas condiciones y sin muchos datos fiables, como es lo usual en material de estas características. Aquí se nos develaba que gente como Soda Stereo, su contraparte mexicana Caífanes, Gloría Trevi, Alejandra Guzmán o Miguel Mateos “manipulan (más bien “manipulaban”) a nuestra juventud con mensajes subliminales”, con la única finalidad de transformarlos en zombies satánicos.

Ante esta perspectiva no había otra que reaccionar con risa loca, a menos que fueras el “sufrido” target de esta cosa, o sea un “buen cristiano”. Y por lo visto, para poder ser uno, es necesario ser alguien totalmente desinformado y poco objetivo, además de prejuicioso y crédulo; a juzgar por las conclusiones y la materia misma de sus "sesudas investigaciones".

Uno de mis libros favoritos acerca de Slayer, lo escribió un predicador evangelista (siempre “bienintencionados”, y con la urgencia de informar que el diablo anda suelto y corrompiendo a la juventud en todo momento). El libro, era por lo menos interesante, a causa de sus delirantes postulados, y por que trataba de Slayeeeeeer!

El autor, un "experto" llamado Bob Larson, relatá que en su programa de radio en E.U., atendía llamadas de todo tipo: desde una chica que solicitaba ayuda, pues unos demonios la acosaban (en el libro había descripciones detalladas de los chamucos), hasta un joven fanático de Slayer a morir, que al aire, retaba al locutor con diatribas en contra del cristianismo. Como se supone que mandan los cánones cristianos, el locutor/escritor “puso la otra mejilla” e incitaba al joven a hablar de lo que quisiera (pues suponía un excelente contrapunto, muy propicio para el ansiado rating); claro siempre cuestionándolo, condenandolo, y respondiendo a sus ataques con citas de la Biblia. En sus conversaciones, el chavo en cuestión se autodefinía como satanista, y relató que este paso lo había dado inspirado en Slayer y sus letras. En ese momento Larson tuvo una “revelación”: “si una banda podía transformar a los jóvenes en satanistas consumados ese era Slayer”, así que se dio a la tarea de contactar a estos “hijos del diablo”. Como buen cristiano “Born Again” (“nacido de nuevo” en la fe de Cristo) el locutor “tenía un pasado oscuro”, pues había sido músico y promotor de bandas en los sesentas y setentas, y no le fue difícil mover sus antiguos contactos, e ir de gira con Slayer! (al principio se le propuso salir de gira, como miembro de prensa, con Slayer o con la banda de Death Metal lidereada por Chuck Schuldiner, Death; el autor sin chistar optó por los thrasheros californianos). Así que el libro nos narra las aventuras de un evangelista encubierto en plena gira americana de “South of Heaven"(!)

A pesar de todos sus esfuerzos, el tal Larson no les pudo “sacar la sopa” sobre su presunto satanismo a ninguno de los miembros de Slayer.

Kerry King siempre le contestaba con sarcasmo al respecto, burlándose incluso de eso del satanismo; Tom Araya confesaba que todo esto solo se trataba de music bussiness, que ellos habían cultivado una audiencia y que la misma esperaba ciertos tópicos en sus canciones, y había que complacerlos; además con una música tan agresiva ¿de que iban a hablar? Hanneman le pareció a Larson un tipo “muy sensible” y humano, muy apegado a su esposa; un músico nato y típico, tranquilo, y apasionado solo por la música y por su familia; por lo cual no pudo en ningún momento obligarlo a ligarse con Sátan; y con Dave Lombardo fue con quién mejor se llevó el tal Larson, pues siempre se comportó amable y abierto con él, mientras el resto iba a lo suyo, y a veces ignoraban y trataban con frialdad al evangelista encubierto(eso si, pinche hipócrita, ocultó sus verdaderas intenciones a la banda y al crew. Las mentiras hacen llorar al niño dios). Lo invitaban a chupar y no quería, lo invitaban a ver películas de Kung –Fu,o a jugar video-juegos en el autobus, y se ponía de mamón, ¿pues que quería el cabrón?, ¿como darle gusto? Pero de sus largas conversaciones con Lombardo, solo pudo sacarle una única confesión: que la meta de Dave era ser reconocido como el mejor baterista del genero, por lo cual se esforzaba todo los días en un mejor dominio del instrumento; además le dijo que era un profundo creyente en dios; esto conmovió a Larson, que se refirió a al baterista de origen cubano, como una simple víctima de las circunstancias, arrastrado por sus compañeritos musicos.

Así que la premisa del libro acaba como un gran fiasco. Creanme, conforme iba leyendo, yo también esperaba que Slayer terminara sacando el cobre, aceptando ser satanistas a ultranza, y que intentaran sacrificar al mierdero Larson en un festín de sangre para su master Satan!(obvio, lograba escapar de sus captores para dar su testimonio de las masmorras que tenía la banda más satanica del mundo). Pero no; la realidad era mas, digamos, apegada a aspectos financieros y de negocios. Larson tuvo que ceder a la evidencia, llegando a la conclusión de que "si los miembros de Slayer le vendieron su alma a Satanás, lo hicieron en el banco y no en una misa negra"

Con esto de “los estudios del Satanismo y el Rock” siempre es la misma formula: empezando con que titulan a sus mamotretos como “estudios”, para disfrazar sus parciales opiniones, pues todo tiene un único y subjetivo punto de vista cristiano y moralino (razón por lo cuál no puede considerarse un análisis serio, ni profundo, pues no ven otros puntos de vista; y ya ni hablemos de bases científicas, no seamos cínicos); como referencia y plataforma de sus teorías citan a Platón y a Sócrates a conveniencia (¿pues no que estaban prohibidos por la Iglesia por ser “pensadores paganos”? Decídanse señores), por sus estudios de la música y su relación con “el alma” (y así, de paso, le dan a sus trabajos un “aire” de Tesís Doctoral citando a los filosofos griegos); no saben mucho de Rock, pues llaman a Frank Zappa “Frank Zaper”, y a Mick Jagger, "Mike Jager", toman los textos de clásicos del Rock como “Stairway to Heaven” (más ramplón no se puede) de manera literal, y aseguran que John Lennon hizo un pacto con el diablo para tener éxito(¿y por eso a Ringo nunca le fue bién como solista, por no hacer pactos? Nunca les cayó bien Lennon por lo visto; supongo que por lo de “más famosos que Jesus”); ligan al Rock con movimientos sociales o revolucionarios; todo son clichés como para articulito de revista de "interes general": Jimmy Page y su fijación con Crowley, la aparición de este ultimo en la portada de Sgt. Pepper, la leyenda de Robert Johnson y el "crossroad", el supuesto significado del nombre Kiss; y se enredan en tesis insostenibles y chafas del “ritmo” o la velocidad “frenetica” y su perniciosa influencia, digo, generalmente tampoco exponen conocimientos académicos en música; pero eso si, siempre se asumen como “expertos” en TODO (con ayuda de Jesús).

Con todo y eso, escriben sus articulitos desinformativos, y hasta libros enteros (por no hablar de las infaltables conferencias en congresos cristianos), disparan su discurso prefabricado a aquel incauto que lo quiera escuchar; siempre con la misma postura. Ya deberían hablar de otras bandas “más satánicas”; así por lo menos Deicide o Dark throne tendrían un poco de publicidad, y ellos se verían mas "true" ante sus camaradas cristianos.

Bién y mal, Dios/Diablo, que pinches simplistas. Además soslayan el hecho de que muchas estrellas roqueras se declaran como fervientes cristianos, admiradores de Jesús, o creyentes, como Alice Cooper, Dave Mustaine, Ozzy Osbourne, Tom Araya, Max Cavalera etc. La cosa es “quemarlos en la hogera”. Para ellos no son siquiera seres humanos, son "monstruos" corruptores que deben ser eliminados.Y para eso se basan en conjeturas bastante parciales y amarillistas. Si por lo menos hicieran un trabajo más serio, pues, hasta se pondrían leer los libros, al cabo tratarían de Rock ¿no? Religión y Rock, son buenos temas y las conexiones son múltiples.

Aunque si es muy desesperante que asuman que todo mundo es cristiano.

Si el Rock and Roll fuera un “culto” tan organizado, y con tanta plataforma ideológica, como dicen estos tipos, habría, no se, mas conciertos gratuitos, los organizarían en las playas y sería como Rock en Rio todo el tiempo, los conciertos se atascarían y serían más divertidos, y no tan predecibles y corporativos; por lo menos, existirían bandas tan cool como AC/DC o Kiss cada cinco años, habría cientos de revistas de Rock y todas valdrían la pena y serían siempre económicamente sustentables, pusieran a quién pusieran en portada. La verdad es que si nos apegamos a estas teorías, Satan es un pobre pendejo sin visión, y la cagó totalmente al afiliarse con greñudos metaleros loosers y roqueritos decrépitos de postal, y debió sustentar su plan de dominación mundial en la política o en la religión organizada (o ya de perdída en la FIFA o en Hollywood).

En un estado policial; se supone que la gente debe temer a los policías(y como no temer a la estupidez, la corrupción y la intransigencia del abuso de poder de los policías) ; por eso las sirenas sonando a media noche, la rostros amargados de “se acabó la fiesta punk”, la pistola al cinto siempre visible, o la macana en la mano presta a aporrear; no te dicen “te estoy cuidando” como nos sugieren, sino “cuídate”, “te estoy vigilando”. El miedo es y sigue siendo la clave del control institucionalizado.

En la religión cristiana la figura a la que hay que temer es al diablo; por eso es importante fomentar la creencia de que, como las drogas , o las enfermedades venéreas, y todos los demás “males”,la clave es que siempre hay “algo” a lo que hay que temer; y que generalmente acecha a la juventud (perdida, sin nada importante que decir, incapaz, según los sistemas imperantes y fascistas). Así que ese es el pecado: ser joven. Y como el Rock apela a la juventud, pues es malo, muy maaaloooo.

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